Está catalogado como “patrimonio artístico cultural”, merecidamente. En lo arquitectónico están representados diversos estilos, desde el románico, neoclásico, al mudéjar y barroco. En la actualidad su planta es basilical, de tres naves. Del románico conserva el ábside o capilla mayor del siglo XII. Esto lo evidencian los modillones de la cornisa y los sillares que llevan todos ellos la “marca o firma” del maestro cantero. Fueron obra de seis canteros, cada uno con su signo. Es preciso subrayar esto, porque hay autores que escriben que dicho ábside es del siglo XIV, cuando sabemos que las catedrales góticas ya no llevan esa marca de los canteros. Acaso el ventanal del mediodía los haya hecho caer en tan manifiesto error. Pero se aprecia bien que fue abierto con posterioridad, en el siglo XIV o bien en el XVIII. En el interior, el arco toral evidencia su antigüedad. Del románico conserva asimismo la pila del agua bendita a la derecha, apenas pasado el cancel.
El templo
románico fue levantado sobre otro anterior (suevo o visigótico) del que
uno piensa que son unos sillares que se hallan a la izquierda algo por
encima de la puerta de la sacristía cubiertos por la cal, pero que
estuvieron a la vista cuando picaron la antigua.
En el siglo XVIII derruyeron la nave románica y levantaron las tres
naves actuales, como consta en la inscripción grabada bajo el pórtico a
la izquierda de la puerta de entrada : “HÍZOSE ESTA OBRA DE ARCOS Y
NAVES SIENDO CURA ANTONIO DE PRADA ZIFUENTES Y MAESTRO ANTONIO CERVIÑO.
AÑO DE 1717”.
Del siglo XVIII son también el resto de las partes que componen el
templo parroquial. Treinta y dos años después de la obra de arcos y
naves, levantaron la maciza pero hermosa torre, cuyos tres primeros
cuerpos son cuadrados, divididos por una cornisa con moldura; el 2º
lleva rosetón para dar luz al coro interior, y en la clave del rosetón
grabada la fecha: Año de 1749-
En el tercer cuerpo se abren los
huecos de arcadas para seis campanas; termina también con el adorno de
moldura y de una repisa en cuyos cuatro ángulos lo adornan cuatro
estatuillas; la repisa sirve de asiento para el cuarto, hexagonal, de
menor diámetro, adornado con doble moldura en la parte superior y unas
figuras en cada ángulo del hexágono que lo embellecen. Finalmente, el
quinto de media naranja, rematado con cruz de hierro.
El pórtico de tres arcos de medio punto sostenidos por
pilastras lleva la fecha de 1763. La sacristía, al exterior, adosada al
muro norte del ábside cuya puerta de entrada abrieron en el mismo,
rompiendo su grande espesor, lleva al exterior la fecha: Año de 1769. Al
año siguiente, a la izquierda del pórtico, levantaron la capilla de
ánimas: lleva también al exterior, lleva la fecha: Año de 1770. Esta
capilla quiebra un poco la armonía del resto. Finalmente pintaron las
tablas que cubren las tres naves en el año de 1773, como figura en lo
alto de la nave central en dos inscripciones, una a cada lado: “A HONRA
Y GLORIA DE DIOS Y SU MADRE SANTÍSIMA SE HIZO Y PINTÓ ESTA OBRA”, y en
la de enfrente continúa: “SIENDO CURA DON MAURO CHIMENO DE PRADA. AÑO DE
1773”.
El interior del templo posee un rico y artístico mobiliario. Lo que más
llama la atención es el colosal retablo de madera policromada, con bajo
relieves y esculturas exentas, que cubre todo el frontal del ábside, y
algo más; por ello tuvieron que montarlo en zig-zag para que cupiera.
Aproximadamente tiene unos 63 metros cuadrados, con predela, cuatro
pisos, más el ático del “calvario”. Cinco calles, más estrechas a los
dos laterales enmarcadas por columnas y con tres esculturas cada una de
ellas. En total posee dieciséis esculturas de madera policromada.
Pertenece artísticamente al renacimiento; pero debajo hubo otro del
siglo XIV. De éste, cuando desmontaron la parte alta del actual para
restaurar el tejado, apareció una estatua gótica de San Juan,
perteneciente a otro “calvario”, que estaba oculta detrás. En lugar de
bóveda, la techumbre de la capilla mayor es de madera de estilo mudéjar;
de dicho siglo XIV.
Las naves laterales, más bajas, están dedicadas a la
Virgen del Rosario, la derecha, y al bendito Cristo, talla de madera
policromada del siglo XIV, la izquierda.